Está demostrado que la calidad y durabilidad de un colchón, va a depender en gran medida del uso y mantenimiento que le demos a lo largo de su vida. Ahora bien, no existe un colchón en el mercado que se mantenga de manera indefinida.
El uso y paso del tiempo, van restando firmeza, higiene y elasticidad del mismo. Nuestra prioridad al comprar un colchón no es su duración, sino su adaptabilidad y confort para nuestro descanso.
El colchón hay que reemplazarlo antes de los 10 años, según la Asociación Española de la Cama (ASOCAMA), a partir de esta fecha, los colchones ya no van a tener ni la firmeza ni las condiciones óptimas para un descanso saludable.
Al comprar un colchón hay un periodo de ajuste para que se adapte completamente a nuestro contorno corporal. Es algo completamente normal que haya una variación de firmeza respecto al que probamos en tienda.
A la semana ya los materiales se van adaptando a la presión y peso recibidos. Si nota que aparece una impresión de nuestro cuerpo sobre el colchón al poco tiempo de uso, esto es completamente normal, no significa que el colchón esté defectuoso.
Se debe a que los rellenos están comenzando a adaptarse. Para que no se nos deforme voltearemos el colchón como detallamos más adelante.
En primer lugar hay una condición básica para todos los colchones. Todos, absolutamente todos hay que protegerlos con una funda o protector de colchón transpirable, similar a las sábanas bajeras, pero con una barrera de protección que impida el paso directo del sudor y las células que desprende nuestro cuerpo.
Debe ser transpirable, impermeable y de fácil lavado. No es necesario que lleve acolchados, pues los colchones ya llevan suficientes capas y rellenos para su descanso.
Mash dispone de diferentes protectores todos ellos de gran calidad, para adultos, niños y bebés.
Esta es una condición que se establece en la mayoría de las garantías que proporciona el fabricante. Si usamos el colchón sin su debida protección, la garantía no nos va a cubrir cualquier problema que tengamos.
Además por razones obvias de higiene, es importante la protección desde el momento que estrenamos y dormimos por primera vez en el colchón.
Los colchones nuevos, embalados con plástico o cartón, hay que dejarlos respirar unas horas antes de ser utilizados. Muchos clientes se quejan del olor que desprenden algunos colchones los primeros días.
Esto es completamente normal, no son nocivos, algunos materiales como viscoelástica, gomas, espumas, por los procesos de fabricación, desprenden un olor más fuerte de lo normal los primeros días. Si el olor perdura más de 15 días, hay que contactar con el proveedor.
Todas las mañanas antes de hacer la cama, es conveniente airear la habitación con la ventana abierta, y la ropa de cama retirada. De esta manera se eliminan gérmenes, polvo y bacterias.
El colchón de esta manera respira, y perderá la humedad corporal acumulada durante la noche.
De vez en cuando, es conveniente pasar el aspirador por la superficie del colchón, con su complemento especial para tapicerías.
Voltear el colchón.
Voltear el colchón según indique el fabricante, normalmente cada tres meses y una vez al mes durante los seis primeros meses.
No todos los colchones se pueden voltear (se indica en la etiqueta según sea de dos caras o una).
En aquellos colchones que sí pueden voltearse, la manera es la siguiente:
- Voltear de pies a cabeza la primera vez
- Voltear de lado a lado la siguente vez y así sucesivamente .
Es decir, si empezamos por ejemplo en Enero, la siguiente vez será en Abril, luego Julio y por último Octubre. Así se consigue que cada tres meses, duermes en toda la superficie del colchón, tanto por arriba como por abajo, y la superficie se va a adaptar toda por igual, sin producir hundimientos anormales tanto por una cara como por la otra.
En el caso de colchones que lleven muelles abajo y capas de espuma o bien estén formados sólo por bloque de espuma y rellenos, de una sóla cara de uso, no se voltean sino que se mueven en el sentido de las agujas de un reloj cada tres meses. La rotación ocasional de un colchón ayuda en el acondicionamiento adecuado de los materiales de relleno y alargando su vida útil.
Limpieza del colchón.
En los colchones que no son desenfundables, antes de limpiar, consultar siempre la garantía y servicio de mantenimiento.
No usar productos abrasivos, lejías y jabones que no sean neutros. No mojar el colchón ni aplicar productos para tapicerías.
Comprobar que la superficie esté completamente seca antes de cubrirlo. Cualquier mancha, orina, sangre, líquidos…, consultar siempre con el servicio técnico del fabricante antes de aplicar cualquier producto.
Para evitar manchar el colchón insistimos mucho en el uso de un protector transpirable que cubra el mismo. Si aparecen manchas de moho debidas al exceso de humedad en la habitación, bajas temperaturas y poca circulación del aire, hay que reemplazar el colchón a la mayor brevedad posible.
Cuidados del colchón.
- No doblar el colchón, salvo colchones articulables o enrollados, por largo tiempo, sólo en casos excepcionales como permitir que pase por una puerta.
- Nunca se debe doblar el colchón con burletes (costura gruesa alrededor del colchón).
- No debe usar una base que no cubra la superficie del colchón al menos en un 60%.
- No se siente de manera habitual en el borde de la cama, puede provocar la rotura de las costuras laterales, y en el caso de colchones de muelles tensionar algunos de ellos.
- En caso de mudanzas y traslados, embalarlo correctamente y no dejar durante mucho tiempo el colchón de pie, pues tiende a ladearse ligeramente.
- No se debe saltar o estar de pie sobre el colchón, depositar grandes pesos sobre él, utilizar objetos punzantes. Especial atención a los niños, indicarles que la cama no es para jugar, además del peligro de caídas, los colchones y bases se resienten mucho de movimientos bruscos.
- Especial mención es no se debe fumar en la cama, ni encender alguna llama cerca de ellos, es muy peligroso. No usar ningún elemento de calor cerca de ellos.
- Las mascotas no deben dormir sobre el colchón directamente, el pelo alberga gran cantidad de microorganismos como bacterias, hongos, polvo…, pueden provocar alergias y contagiar parásitos como pulgas y garrapatas. Aunque es ya una cuestión muy personal dejar dormir a nuestra mascota en la cama y muchos lo hacemos, al menos hay que intentar que no tenga contacto directo con sábanas y colchón.
Por último no modificar, reparar o limpiar un colchón sin consultar la garantía, si hacemos un mal uso del mismo o limpieza inadecuada, la garantía no va a cubrir los daños.
Ante cualquier reclamación, conservar la factura de compra. Si compra en cualquiera de nuestras tiendas Outlet Casa, le informaremos detalladamente sobre su colchón y mantenimiento.
Trabajamos con marcas líderes en el mercado nacional e internacional, gestionamos directamente las reclamaciones con el fabricante, dando un servicio y asesoramiento completo al cliente.