Este enunciado es un clásico entre las preguntas de nuestros clientes.
En primer lugar, ni uno ni otro, nosotros con más de 30 años de experiencia en la venta de equipos de descanso, utilizamos más bien el término firme y menos firme, o firmeza superior y firmeza media. El colchón no tiene por qué ser “duro” porque no se adaptaría a nuestro cuerpo, somos nosotros los que tendríamos que adaptarnos a él, y “blando” produciría un hundimiento contraproducente para la espalda. Por tanto vamos ha hablar de colchón firme y colchón de firmeza media.
A la hora de elegir un colchón, nuestra sensación al tumbarnos es la primera que nos guía para la compra de uno u otro, pero no olvidemos que no todos los colchones resultan beneficiosos para nuestro descanso.
De ahí el profesional honrado le va a aconsejar, no en función del precio, sino el más idóneo para usted según su índice de masa corporal, altura, corpulencia, curvatura de la espalda, edad, si va a dormir sólo o en pareja, si hay una diferencia considerable de peso entre los durmientes, si uno se mueve más que otro, si presenta dolencias en diferentes partes del cuerpo, si ha tenido operaciones quirúrgicas previas, etc.
Es muy importante que la persona que vaya a dormir en él, se tumbe en el colchón para probarlo. Insistimos mucho en ello porque la sensación de firmeza es algo totalmente personal y subjetivo, de ahí que la compra de un colchón por catálogo, o por recomendación puede tener como resultado una compra errónea.
Aunque el fabricante diga si un colchón es de firmeza alta o media, es el usuario el que tiene que decidir si le resulta confortable cuando adopta diferentes posturas sobre el colchón. En el caso de las parejas, lo ideal es que acudan a la tienda los dos, para tumbarse y ver si por diferencia de peso y constitución, se sienten los dos cómodos y es el colchón apropiado al gusto de ámbos.
Igualmente la edad es otro condicionante para comprar un colchón, muchos clientes han dormido bien durante unos años en un determinado colchón, pero nuestro cuerpo va cambiando a medida que vamos cumpliendo años, y lo que antes nos era cómodo ahora nos resulta un tanto molesto.
En el caso de personas con problemas lumbares, curvaturas de la columna muy pronunciadas, presión en cuello y hombros, dolores diversos y diagnósticos como fibromialgia, será el profesional de tienda el que puede aconsejar si en su caso es mejor un colchón de firmeza superior o media.
En el caso de dolencias crónicas es aconsejable probar el colchón por la tarde. Está demostrado que nuestro cuerpo no es el mismo recién levantados que al atardecer. El cúmulo de tareas, stress, trabajo, malas posturas, nuestros dolores crónicos, se van a manifestar en esas horas finalizada la jornada, y por tanto vamos a tener un indicador muy importante para saber si el colchón elegido es el más adecuado.
Flex tiene diversos modelos, tanto con muelles, como viscoelásticos y espumas, Nimbus visco, Palace, Nube, WBx 500, Galaxy visco, Látex Talalay, todos ellos diferentes en firmezas y calidades.
Colchón según el peso de la persona.
No es cierto que las personas de complexión delgada, puedan dormir en cualquier colchón, aunque en muchos blogs así lo afirman, pero está demostrado que los colchones de firmeza superior no son aconsejables ya que causan presión en diferentes puntos del cuerpo.
Lo más idóneo son los colchones de firmeza media-alta, en el caso de clientes que les guste sentir el colchón consistente, o colchones de firmeza media de espumación, viscoelástico o látex para aquellos que les guste sentir el colchón suave.
Las personas de complexión obesa, necesitan un colchón resistente e “incansable”, con refuerzo perimetral, es decir reforzado en todo el lateral para sentarse y no hundir el colchón, con una altura superior a 25 cm.
En el caso de muelles mejor si son “ensacados” o “Multielastic” de Flex, o los más resistentes del mercado como los “Multielastic NxT”. El resto de capas y densidad de las mismas, es lo que nos va a dar más o menos firmeza.
Por su parte Magniflex ofrece colchones con distintas firmezas en la parte superior e inferior del colchón, pero además en medida de matrimonio, el colchón va dividido en dos núcleos, por los que un durmiente puede dormir en la cara más suave y el otro en la más firme.
Para aquellos de complexión fuerte e índice de masa corporal superior, que pesan más de 90/100 kilos, pero a su vez no quieren un colchón muy firme, sino más bien tener una sensación ligera en la superficie del colchón y no sentir presión en lumbares, caderas y hombros, un colchón de muelles ensacados con capas de espuma o viscoelástica es muy aconsejable.
Para niños y adolescentes, ¿qué colchón es el más aconsejable?
Los primeros años de vida, es decir hasta los 3 años, el colchón debe ser de firmeza media. Flex dispone de diferentes modelos. La siguiente etapa, de los 3 años a los 10 años aproximadamente, se requiere un colchón con una firmeza media-alta, ya en esta etapa la columna sufre diferentes cambios, y los niños necesitan mantener su columna alineada durante el descanso.
A partir de los 10, 12 años y adolescencia, los profesionales ya nos vamos a fijar en la complexión y altura, y estableceremos el más adecuado en cada caso. Como dijimos al principio, es el niño o adolescente, el que debería probar el colchón, no papá o mamá.
Esperamos, como siempre, les hayan sido útiles estos consejos, y cualquier otra duda que tengan pueden acudir a cualquiera de nuestras tiendas, donde les atenderemos encantados.